Ser abuelo ¡una segunda oportunidad para amar!

El abuelo ama con un amor más maduro, más generoso, que no espera nada a cambio. Que surge de la admiración y el asombro ante el milagro de la existencia de este pequeño ser.

Es un regalo ser abuelo, un regalo que la vida te da cuando tienes algo de camino recorrido. Cuando la vida te tienta a mirar hacia atrás, aparece este pequeño, portando el devenir en su mirada. Pero al tomarlo en tus brazos, se cierra el ciclo que unen el pasado con el futuro para coexistir en este eterno presente.

Con el nieto la vida te concede una segunda oportunidad de amar con un amor más maduro, más generoso, que no espera nada a cambio. Que surge de la admiración y el asombro ante el milagro de la existencia de este pequeño ser. Un amor que reconoce lo que importa y desecha lo que sobra. Que quiere servir y complacer y que no pone condiciones. Un amor ligero, sin exigencias, que goza y disfruta dando significado a los pequeños detalles de cada encuentro. Ese amor añejo, pausado, tranquilo, paciente que toca el amor tierno y confiado del nieto.

Cuando tu sabiduría de abuelo se encuentra con la inocencia del nieto hay un entendimiento sin palabras. Porque el amor no hace ruido. Se expresa en una mirada, una sonrisa, un abrazo, y así toca la felicidad. Se unen el principio y el fin, el nieto recién llegado del mundo espiritual, y tú acercándote a tu regreso. Él todavía con estrellas en los ojos, y tú queriendo alcanzar el firmamento.

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