Disciplina con amor tu temperamento

¡Sembrando aceptación incondicional en tus relaciones!

¿Porqué cuando un niño no consigue lo que quiere, se hace la víctima,  mientras otro hace un berrinche? ¿Porqué ante la misma situación una persona no se inmuta, la segunda se pone nerviosa, la tercera se sulfura y la cuarta se deprime?

Porque tienen distintos temperamentos. Muchas dificultades y conflictos en las relaciones se pueden evitar al conocer las características de cada temperamento y aceptar que ninguno es mejor que el otro, pues cada uno tiene sus fortalezas así como sus limitaciones.

Entre más conozcas tu propio temperamento, más aceptarás a los demás tal y como son y dejarás de tratar de cambiarlos. En este conocimiento radica la clave de la empatía, el respeto y la tolerancia. Aplicado a nivel global, significaría la posibilidad de un mundo armonioso y en paz.

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