El despertar de la mujer

Por toda la publicidad que reciben los sucesos negativos, las tragedias, las guerras, las estafas y los actos violentos pensamos que sólo lo destructivo y caótico caracteriza nuestros días. Desgraciadamente la publicidad sensacionalista es la que recibe toda la atención. Pero si miramos con detenimiento, estamos viviendo también una época de grandes cambios y transformaciones. Está habiendo un despertar de la conciencia, y en especial con relación a la mujer.

La mujer en México está empezando a reubicarse en el seno de la sociedad, encontrando su dignidad y descubriendo su voz. Por siglos ha sido sólo madre, hija y esposa, y siempre se ha definido en cuanto a sus relaciones. Pero ahora por primera vez está despertando a saber quién es, independientemente de aquellos con los que se relaciona. Preguntas como “quién soy, qué quiero, adónde voy”, no se pueden hacer cuando sólo se juega un papel para otros, por más importante que éste sea. Porque ¿cómo puedes apreciarte como mujer, si los demás marcan tu valor y tú no tiene verdadera participación? ¿Si te sigues ubicando como un ser inmaduro y dependiente y dejas que otros carguen con tu responsabilidad?

Como mujer, primero tienes que conocerte de manera integral, es decir, aceptar tus fortaleza y dones , así como tus limitaciones, para empezar a tomar la responsabilidad de tu propio destino y saber que cuentas y que tu mera existencia hace una diferencia en el mundo. Esto quiere decir, dejar de culpar a los demás por tus desgracias y tus desventuras para tomar las riendas de tu propia vida.

Pero se requiere valor para buscar este cambio pues el despertar en conciencia conlleva fricciones y readaptaciones importantes en la familia. Pero una vez realizados estos reajustes cosecharás los frutos de convivir en una sociedad equilibrada en donde tanto el hombre como la mujer puedan convivir sin competencia, cada uno aportando lo mejor de su persona con ese profundo respeto y dignidad que ambos merecen como seres humanos.