Prioridad número uno: ¡la relación con tu hijo! Eso te dará autoridad y tu hijo querrá prestar atención, hacer caso y hasta complacerte.
Cuando un niño es desobediente, desafiante o no hace caso, los padres y maestros tienden a poner toda la atención en corregir el comportamiento. Estas conductas del infante muchas veces provocan que el padre lo rechace o que el maestro lo juzgue y la situación sólo empeora.
Con «Disciplina con amor» y «Disciplina con amor en el aula» aprenderás a:
* A reconocer los errores que cometemos como educadores al poner toda la atención en la conducta incorrecta del niño, sin la perspectiva adecuada.
* Por qué este trato lo desalienta y provoca que empeore su comportamiento.
* Que el secreto para que cambie el niño de actitud, es fortalecer la relación, tocando su corazón para que se sienta querido y aceptado. Si en vez de apartarnos, nos acercamos para tratar de cubrir sus necesidades emocionales, el niño se relajará, escuchará y cooperará.